Los anuncios gubernamentales que incluyen un grupo de alimentos en la lista de precios regulados han causado consternación a pesar de no ser implementados. Sin embargo, la experiencia pasada indica que tales movimientos generan desabastecimiento, colas e inflación, justo en un momento en que la Cámara de Restaurantes (Canares) prevé el cierre de establecimientos para 2023.
Iván Puerta, presidente de la organización y del programa N Este País de la Red Nacional de Radio Fe y Alegría, explicó que volver a la época de los controles de precios sería un obstáculo para el buen funcionamiento del sector.
“No es la primera vez que se implementan controles de precios, por lo que no es la primera vez que nos enfrentamos a esta situación implementada por el gobierno. Tenemos que prepararnos porque sabemos lo que ha pasado antes, desabastecimiento, desaparición de algunos insumos de los anaqueles y un mercado negro donde se venden productos de lista controlada, pero fuera de los márgenes de control establecidos”, dijo Puerta.
Porque, a pesar de este escenario, los restaurantes deben recibir insumos que les permitan mantener su oferta gastronómica.
“Los dueños tienen que conseguir ingredientes a precios de mercado y eso encarece los platos. Nuestra preocupación es que tenemos que reestructurar nuestra estructura de costos que nos puede sacar del mercado”.
Los zapatos de tipo de cambio son otra roca
En la primera quincena de diciembre, los tipos de cambio, tanto oficiales como paralelos, registraron un fuerte incremento que se reflejó en los precios de bienes y servicios. La situación genera preocupación tanto entre los consumidores como entre las empresas que buscan consolidarse y crecer.
“La diferencia entre el dólar oficial y el colateral es grande cuando el tipo de cambio incide en esa variación. Cuando las empresas van al mercado a comprar la moneda, comprometen hasta el 100% de la ganancia. Trabajamos con una tasa BCV que vamos a la mesa de cambio a comprar dólares en BCV da, pero luego no logramos sacar las divisas por el proceso de cambio, entonces el comerciante tiene que ir a otro mercado”.
puerta de ivan
El presidente de la Cámara de Restaurantes ratificó que la cantidad de bolívares que reciben estos establecimientos es alta, incluso más que las divisas, por lo que si no se pueden convertir a divisas en un banco, están perdiendo valor.
“Ese es nuestro temor, que no se pueda reponer o cubrir los costos operativos con la pérdida de valor de la moneda nacional. Esta situación es muy preocupante en nuestro sector porque afectará a los resultados de final de año, fecha que todo el mundo espera para tomar impulso”.
Puerta también señaló que a pesar del crecimiento del sector tras la pandemia, se prevé el cierre de algunos establecimientos a partir del segundo trimestre de 2023. “También se debe al desconocimiento de los empresarios que piensan en la oferta gastronómica como un negocio que genera rentabilidad instantánea”.