La situación actual de nuestro país se ha vuelto cada vez más incierta, especialmente con el aumento de la inflación y la devaluación de la moneda de referencia.
Además, los apagones son cada vez más frecuentes, lo que crea incertidumbre e inseguridad entre la población, además de cómo esta situación ha derivado en una tensa calma, que puede estallar en cualquier momento.
En los últimos años hemos visto como la situación en nuestro país ha empeorado. La continua inflación y la devaluación de la moneda de referencia han provocado una crisis humanitaria que afecta a toda la población, además, los apagones son cada vez más frecuentes. del momento
situación real
La situación actual en nuestro país es crítica, la dinámica inflación y la devaluación de la moneda de referencia ha provocado una crisis humanitaria que afecta a toda la población, así como los apagones cada vez son más frecuentes provocando malestar entre la población, ante esta situación algunos han Adoptó una actitud de resignación y tensa calma. Aunque parece que no pasa nada, el malestar se acumula como un río subterráneo o un magma que puede estallar o desbordarse en cualquier momento, a medida que la población se inquieta cada vez más ante el silencio.
Riesgo de explosión
Si no hay un cambio real y positivo en la situación actual, es posible, y Dios no lo quiera, que se produzca una explosión por el descontento de la gente que ya no puede sostenerse, porque la gran mayoría de la gente está cansada de tanta injusticia. y fatiga Las tensiones pueden explotar en cualquier momento si no se toman medidas para abordar la crisis humanitaria.
La situación actual en nuestro país es crítica y crea una tensa calma entre la población, mientras que los apagones son una muestra más de la inseguridad e incertidumbre que siente la ciudadanía, ya que si no se toman medidas para solucionar la crisis humanitaria, es posible que haya una explosión de ira controlada que será difícil de controlar. .
Se necesitan acciones para abordar todos estos problemas urgentes para mejorar la situación actual y evitar que el frenesí de la población se convierta en una explosión social.